El Ladrido de tu Perro No es malo: Por Que Nunca Debes Castigarlo

Descubre cómo se comunican realmente los perros y por qué entender su lenguaje corporal puede transformar vuestra relación.

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El ladrido es, sin duda, la parte de la comunicación canina que más molesta a las personas. Para mucha gente es algo incómodo, estresante o simplemente es catalogado como algo “malo”. Esta etiqueta culturalmente establecida provoca que no permitamos que suceda bajo ninguna circunstancia, actuando a menudo de manera desproporcionada.

¡Pero hay que cambiar el chip!

El Ladrido es una Herramienta de Comunicacion, No una Desobediencia

El ladrido sirve para que un perro pueda comunicarse con otros seres vivos. Es, ante todo, una herramienta más de la comunicación y tiene su función, como cualquier otra conducta.

A pesar de la molestia que nos pueda causar, la frecuencia real con la que un perro hace uso del ladrido es ínfima si la comparamos con el constante repertorio de señales visuales y olfativas que realiza a cada segundo. Es una manera muy importante que tienen para expresar sus sentimientos e intenciones.

Por tanto, el ladrido es necesario y nunca habrá que cohibirlo. A los perros siempre hay que dejarles que se expresen de la forma que necesiten hacerlo en cada momento, bajo ningún concepto debemos cohibir la necesidad de expresar lo que están sintiendo.

El Origen del Ladrido Excesivo es Emocional

Con esto, no quiero decir que haya que alentar a los perros a ladrar. Si un ladrido es una reacción desmedida para la amenaza real que supone, lo que hay que hacer es tratar el problema emocional por el que el perro ladra de manera excesiva.

 

Si tratamos el problema emocional, por consecuencia, los ladridos se reducirán.

¿Qué ocurre si castigamos el ladrido?

Tratar de cohibir conductas a través del miedo mediante actitudes dolorosas, amenazantes o intimidatorias (como tirones de correa, gritos, golpes o cualquier otra agresión física o psicológica) tiene un efecto perverso.

 

Lo único que haremos será crear más ansiedad de la que ya tenía el perro (debido a que no se le permite exteriorizar lo que siente) y el problema emocional empeorará. Así es cómo se crea un perro con estrés crónico o patológico con los insidiosos efectos secundarios del castigo positivo.

La Clave: Empatizar y ser mas Perro

Hay un aspecto clave en la resolución de problemas de conducta: todas las personas tenemos que hacer el esfuerzo por ser siempre un poco más perros y no tratar de que ellos sean más personas.

 

Al final, se trata de ponerse en el lugar del perro, comprender su mundo a través de su punto de vista, es decir, de empatizar. Esta mentalidad nos ayudará gratamente a entender el ladrido y el mundo de los perros en general.

 

En el próximo artículo veremos los tipos de ladridos que existen y su significado real.

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