Miedo, Frustracion y Aprendizaje: Descifrando los Tipos de Ladrido en tu Perro

Descubre cómo se comunican realmente los perros y por qué entender su lenguaje corporal puede transformar vuestra relación.

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Una vez que hemos entendido que el ladrido es una herramienta de comunicación y nunca debe castigarse, es crucial saber qué nos está intentando decir nuestro perro.

 

Existen varios tipos de ladridos, y la mayoría se basan en una emoción de malestar:

Ladrido por Miedo, Guarda y Aviso: La Seguridad es lo Primero

El ladrido por miedo es el origen de muchos otros ladridos. Muchos autores añaden el ladrido de guarda y el ladrido de aviso, pero en realidad, estos son también ladridos motivados por el miedo.

 
  • Ladrido de Guarda: Es un ladrido provocado por la desconfianza que le genera al perro el avistamiento de un estímulo desconocido. Es decir, el origen es el miedo.

     
  • Ladrido de Aviso: Es esa misma emoción expresada de manera más liviana, con un intento de ladrido o ladrido corto. Igualmente, comparte una motivación base de miedo, pero de diferente intensidad.

El Mito de la Valentia en Razas Guardianas

Es muy común leer en libros que razas de tipo guardián son muy valientes por ladrar a los intrusos. Pero si se sabe un mínimo de lenguaje canino, esto no tiene ningún sentido. Los perros no ladran porque son valientes; ladran porque tienen miedo. Si fueran valientes y confiados, no tendrían que ladrar, ya que no considerarían al intruso como una amenaza.

 

De hecho, los perros guardianes a menudo presentan una selección genética para ser miedosos, mucho más que el resto de razas. Por eso reaccionan mucho antes que otros perros ante cualquier mínimo cambio en el entorno.

 

El mensaje real de un ladrido motivado por el miedo es: “¡Aléjate de mí!” o “¡Aléjate de mí, no me obligues a hacerte daño!”. El objetivo es alejar la amenaza para asegurar su propia integridad física, nunca hacer daño. El daño solo ocurrirá si el estímulo continúa presionando y al perro no se le da otra alternativa.

Ladrido por Frustracion y Ladrido Aprendido

Ladrido por Frustración

 

Este ladrido atiende a una expresión de malestar padecido, y la motivación es la irritación que produce el estar soportando ese gran malestar. Una vez más, el perro intenta alejar aquello que le molesta.

 

Se da mucho en perros que sufren faltas de manejo (violencia, abusos, gritos, intimidaciones) o que están encerrados o atados en condiciones pésimas. Un perro con miedo será mucho más explosivo e impredecible en su reacción de frustración.

 

Ladrido Aprendido

 

Es un ladrido que se refuerza porque el perro, después de ladrar, ha conseguido lo que deseaba. Por ejemplo, el dueño refuerza el ladrido al tirar la pelota justo cuando el perro ladra para pedirla, y la conducta tenderá a repetirse.

 

Es importante matizar que el ladrido por inseguridad también puede tener un componente aprendido: el perro aprendió en experiencias previas que ladrando se aleja el peligro.

Del Aviso al Conflicto: La Escalada de Señales

Antes de ladrar, el perro emite mensajes con la misma información (“aléjate”) pero de menor intensidad, de manera visual, mediante su lenguaje corporal. Esta intensidad va en aumento con señales de calma o advertencia, directamente proporcionales al grado de presión que esté soportando, hasta que finalmente gruñe o ladra como última alternativa antes de un ataque.

 

Lamentablemente, hay perros que han sufrido un manejo torpe y violento de las personas y han aprendido a obviar las señales de calma o advertencia, lo que nos hace creer que muerden “sin previo aviso”.

Recordemos siempre: no es un problema de desobediencia que se pueda arreglar con normas. Tiene miedo y lo está pasando mal.

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