Dominancia y sumision: palabras mal escogidas

conceptos que aun hacen daño

Descubre cómo se comunican realmente los perros y por qué entender su lenguaje corporal puede transformar vuestra relación.

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En los parques, en las redes y hasta en los programas de televisión, seguimos oyendo hablar de “perros dominantes” o “perros sumisos”.
Son expresiones que suenan técnicas, pero esconden una historia científica mal contada y una práctica educativa basada en el miedo.

 

Durante décadas, la educación canina se apoyó en estos términos para justificar el control y la imposición.
Pero si queremos entender verdaderamente a los perros, necesitamos revisar el lenguaje con el que los miramos.

El origen equivocado de la “dominancia”

Las palabras dominancia y sumisión no nacieron del estudio de perros, sino de una mala interpretación de los lobos en cautividad.
En 1947, el investigador Rudolph Schenkel observó grupos de lobos encerrados en los zoológicos de Zúrich y Basilea.
Al verlos pelear por recursos o espacio, concluyó que existían jerarquías rígidas, lideradas por un “macho alfa”.

 

Pero aquellos lobos no eran familias naturales, sino individuos ajenos obligados a convivir en condiciones de estrés, sin poder huir ni cooperar.
Su comportamiento no reflejaba la vida social real de los lobos en libertad.

 

Décadas después, el etólogo Dave Mech corrigió el error: los lobos salvajes viven en unidades familiares, no en jerarquías de poder, y su cooperación se basa en confianza, no en dominación.

La “dominancia” no explica el comportamiento de un perro.
Explica lo que ocurre cuando un ser vivo se siente atrapado y sin opciones.

Lo que realmente significan “dominancia” y “sumision”

En etología moderna, ambos términos tienen un sentido puntual y neutral:

  • La dominancia describe una interacción específica, no una personalidad.

  • La sumisión es una respuesta comunicativa, no una actitud permanente.

 

Un perro puede mostrar dominancia al proponer una interacción (como iniciar un juego), y sumisión en otro momento al ceder el paso o evitar conflicto.
No se trata de quién manda, sino de cómo se negocian las relaciones sociales.

Por que hablar de “perros dominantes” es un error

Llamar “dominante” a un perro por ladrar, tirar de la correa o no obedecer no solo es incorrecto, sino injusto.
Esos comportamientos suelen ser expresiones de emoción, estrés o frustración, no de poder.

 

Cuando los humanos interpretamos esas señales como desafío, respondemos con control, castigo o intimidación.
Y así, rompemos la confianza y empeoramos la comunicación.

Lo que parece desobediencia, casi siempre es incomodidad.
Y lo que llamamos dominancia, suele ser miedo mal entendido.

Que enseña la etologia moderna

La ciencia actual muestra que los perros, al igual que los lobos libres, no compiten por jerarquías, sino que cooperan para mantener la armonía del grupo.
Sus interacciones se basan en rituales de calma y negociación, no en luchas de poder.

 

Cuando hablamos de “dominancia”, deberíamos hablar de:

  • autoestima,

  • confianza,

  • habilidad social,

  • y gestión emocional.

 

En otras palabras: los perros más seguros son los más tranquilos, no los más controladores.

Educar sin etiquetas

Educar desde el respeto implica abandonar la idea de que el perro debe “saber quién manda”.
Los vínculos sanos no se basan en jerarquía, sino en coherencia emocional y previsibilidad.

 

Cuando el humano deja de ser una figura de control y se convierte en una figura de referencia segura, el perro deja de reaccionar y empieza a confiar.

 

🔗 Si quieres profundizar en cómo lograrlo, te recomiendo:


👉 Confianza: el verdadero corazón del vínculo con tu perro

👉 Dominancia y sumisión en perros: el gran error del adiestramiento tradicional

Cambiar el lenguaje para cambiar la relacion

Cada vez que decimos “dominante” o “sumiso”, reforzamos una visión jerárquica que no existe en la naturaleza del perro.
Hablar con precisión es también educar con respeto.

 

Porque cuando cambiamos el lenguaje, cambiamos la mirada.
Y cuando cambiamos la mirada, cambia todo el vínculo. 🖤

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